Recomendaciones literarias - Calu Zeta

También esto pasará
“Creo que las muertes son un buen punto de partida para hablar de la vida”, con esta frase ingresé a mundo de Milena Busquets y de su libro “También esto pasará”. Una novela de literatura testimonial, Blanca (que en realidad es Milena) tiene 40 años y su madre ha muerto. Está en el cementerio rodeada de los intelectuales más destacados de la “Gauche Divine” en donde su madre, tan bohemia como ella y sus amigos, ha transcurrido la vida.
Y eso es lo que cuenta la novela; habla de su madre, que ya no está, pero también habla de sus amigos, sus hijos, sus exparejas, que si están, o no, o tan solo parcialmente, de uno u otro modo marcando trazos en el dibujo que es su vida.
Un discurso desde lo simple y cotidiano rasgado por intervenciones en primera persona cuando habla de ella y su entorno, y segunda persona cuando le habla a su madre. Pero lo más importante que se vislumbra en este libro es cómo Blanca —personaje que se mete en la piel de Milena o viceversa— a través del discurso hacia su madre, gestiona el dolor. Dolor de la perdida, dolor en sentirse perdida cuando quien era su norte ya no está, o está, pero no en este plano de la vida. Ella le habla, y le cuenta, y le confiesa, pero su madre no puede responderle, aunque ella sabe que la esté escuchando en algún plano.
La novela transcurre en la maravillosa Cadaqués, con un aire estival y descontraído como las vacaciones, porque Blanca decide irse de vacaciones con toda su familia, sus amigos, sus exmaridos allí, para estar cerca de su madre, que está enterrada en el cementerio de esa localidad. Y se arma en medio del dolor, de un mundo que la protege, pero también a su manera la asfixia.
No es un dato menor que Milena Tusquets es la hija de Esther Tusquets, quien fuera escritora y directora editorial de Lumen, con todo lo que ello conlleva. El libro ocupó el 5to. puesto en las frases más tatuadas en el año de su lanzamiento. Fue distribuido en 27 países, fue el libro más requerido en la historia de la feria del libro de Frankfort. Salió bajo la edición de Herralde, quien fuera su editor y, además, gran amigo de su madre. Es la segunda novela de la escritora pero la primera de un éxito arrasador.
Su título no es casual y cuenta el por qué en estas páginas, otra gran anécdota que nos conmueve y que nos enseña. Todo el libro es un largo poema testimonial a la existencia, a las ausencias, a los recuerdos y principalmente a su madre. Un canto a la vida desde la experiencia de la muerte. “También esto pasará” remite a que el dolor pasará, pero que también el devenir de la vida las cosas suceden, aunque uno no quiera o no esté preparado para afrontarlas. Lo que no estoy segura que suceda, en realidad, es que esta obra “pase”, pase de moda, pase de época. El sentimiento que expresa es tan vital y universal que estoy segura que la distancia histórica le dará un lugar de trascendencia en el canon literario de su país.
Calu Zeta