“En el espacio sin reglas de lo onírico, Noctámbula traza el mapa de un territorio donde el tesoro es una frontera. Emilia la cruza y el mundo tangible se desarma para volverse a armar en un sentido necesario: el repaso por los sueños de una mujer. Una fuerza que ubica el deseo en primer plano”.
Natalia Romero